La humanidad necesita revelaciones, ya que nos anuncia la presencia de Dios de Su Unidad. También explica Su naturaleza (quién es Él) y nos proporciona un manual sobre cómo vivir nuestras vidas.
Todas las escrituras de revelación fueron reveladas por Dios a Sus profetas, como Los Salmos, La Torá, El Evangelio, etc.
Y todos eran verdaderos en su forma original.
Sin embargo, la gente corrompió sus escrituras, cambió y alteró sus enseñanzas. Y su texto original se perdió.
Con respecto a la Biblia, creemos que también era correcta en su forma original, pero debido a las alteraciones que le hizo el hombre, perdió la mayor parte de su contenido auténtico y no se tradujo con precisión.
Entonces Dios envió El Corán, la revelación final para restaurar el mensaje real de Jesús y todos los mensajeros, y para ser un manual de instrucciones para los seres humanos. Que ÉL se preservó a Sí mismo de la distorsión o el cambio. Se conserva, palabra por palabra, desde que fue revelado en su idioma árabe original, a diferencia de otras escrituras que se han distorsionado, cambiado o perdido.